La historia no la hacen los otros

Estoy sentado en mis oficinas en San Pablo y intento reflexionar sobre todo lo que se pasa aquí en Brasil, uds deben saber que Brasil está convulsionado por protestas de todo tipo, em ciudades chicas y grandes, en capitales y ciudades del Brasil profundo, en todas partes.

AYER ESTUVE ALGUNAS HORAS ENVUELTO EN LAS CONVULSIONES QUE TOMARON SAN PABLO

La ciudad más grande e, por qué no decir, más importante de este país. La disculpa para las manifestaciones: el aumento en 0,20 real de las pasajes de bus. 0,20 real es más o menos 0,09 dólar.
Para intentar entender lo que se pasa aquí, creo que sea necesario retroceder en el tiempo. Hasta 1992, cuando Collor, el primer presidente elegido después de una dictadura militar de 30 años, fue defenestrado de su cargo. Yo me acuerdo bien de cuando salí a las calles en mi motocicleta para conmemorar. En la avenida Paulista, que ayer estaba completamente tomada por jóvenes.
Uds., que no viven aquí, no tienen cómo saber que, exceptuando esa ocasión, el impeachment de Collor, los jóvenes no son en general muy organizados en Brasil. A veces los vemos en grupo en "baladas" (bailes). O bebiendo. O en partidas de fútbol. Pero, en general, nosotros no los vemos organizados por algún motivo de mayor monta. Bueno.
La verdad es que este país funciona por piloto automático. Los negócios relativos a la Copa de las Confederaciones continúan, todos saben que se roba mucho, pero nadie dice ni hace nada. A todo momento sabemos que los estadios para la Copa del Mundo de Fútbol de 2014 cuestan mucho más de lo que deberían, pero no hacemos nada. Nadie reclama. Lo mismo con las Olimpíadas. Los profesores en este país ganan menos que basureros, y nadie reclama. Los políticos legislan en benefício propio, y nadie dice nada. Los puestos en las oficinas son disputados a combos, las ofertas de empleo son miserables, y nadie dice nada. El futuro para los jóvenes parece trazado. Parece que todo será como siempre fue. Estas manifestaciones muestran que no, los jóvenes, y no sólo ellos, no quieren más que el país sea como es. Pero los que no son jóvenes no consiguen entender.
Uds. deben haber oído que las manifestaciones de hace algunos días fueron severamente reprimidas. Bueno. Miremos los eventos un poco más de cerca.

LAS POLICÍAS QUE REPRIMIERON SON:

1) la policía militar
2) la tropa de choque.
La policía militar es, como pueden ver, militar. Son policías entrenados para matar o, por lo menos, para quebrar. La tropa de choque es el bastión de la represión pura y simplemente. Bueno. La antepenúltima manifestación (ahora ocurre otra) se pasó en frente al teatro municipal, en el centro de la ciudad. Los jóvenes circularon por todo el centro. Empezaron a ir hacia na avenida paulista. Dicen que había un acuerdo de que no, no irían hasta esa avenida - adonde hubo un quiebra-quiebra hace algunos días. La tropa de choque fue accionada. Reprimió. Con violencia.
Indiscriminadamente. Con balas de plástico hacia los rostos de las personas. Con bombas sin validad. Con spray de pimienta. Con mucha violencia contra personas que no estaban involucradas en nada.

LA OPINIÓN PÚBLICA RECLAMÓ

El gobernador salió en defensa de la policía. Actuación vergonzosa. La opinión pública creció de tamaño. La prefeitura (el poder municipal) no quiso abrir la avenida paulista a la manifestación. Tubo que retroceder. El prefeito (el cargo mayor municipal) negó retroceder en el aumento de los pasajes de bus. Retrocedió. Ayer muchos salieron a las calles. El poder tubo que retroceder. La ciudad practicamente paró por la noche. Fueron centenas de millares de personas en las calles. De todas las edades. No sólo aquí, en decenas de ciudades.
Los jóvenes son ahora el bastión de la ciudadanía en Brasil. Todos esperan lo que ellos digan. La presidenta no tiene más el mismo poder. El governador se esconde de la prensa. La prensa se desdice - un comentarista tubo que disculparse. Los políticos practicamente no aparecen. La ciudad no tiene más gobierno? Tiene. Pero el poder, como dice Schmitt, lo tiene quien tiene la soberanía. Quién es el soberano, aquí, ahora? La juventud. Los que salen a las calles.
La história la hacen los otros, decía Zitarrosa, uruguayo famoso.
No. Aquí, ahora, la história la hacemos nosotros.
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